jueves, 28 de diciembre de 2023

Nacer mujer en la china tradicional: una vida de sumisión al interior del espacio doméstico, de Emiliana Carla Vega

 


Introducción

El presente escrito se constituye en una aproximación al estudio de la mujer en la sociedad de la China tradicional. Desde el inicio, el objetivo propuesto significó un gran desafío vinculado, por un lado, a la búsqueda de material disponible sobre dicho tema y, por otro lado, a aquella cuestión que como bien plantea Juan Alberto Lozoyai refiere a que a pesar del gran interés contemporáneo por conocer mejor a China, no abundan como debieran las obras generales sobre el pueblo chino, su civilización y su compleja historia. Esta situación no hace más que responder a los prejuicios presentes a la hora de abordar a esta región debido a su lejanía geográfica, incluso como plantea Lozoya en una era como la actual que presume de los medios de comunicación y transportación; prejuicios que muchas veces conducen a la existencia de clichés y superficialidad, cuando se trata de esclarecer algunos de los aspectos de la misma, dificultando poder observar así sus singularidadesii.

Sin embargo, desafiando esta concepción con la cual concuerdo en muchos aspectos, y sorteando los primeros obstáculos con los cuales me topé, inicié un arduo camino en la búsqueda de información que me permitiera llevar adelante mi investigación. En el transcurso de la misma me hallé frente a excelentes trabajos en relación a la cuestión de género en China; trabajo que centrados a lo largo del siglo XX analizan desde esta perspectiva aquellos cambios producidos en la condición social, cultural y política de la mujer colocando especial énfasis en la relación existente entre los mismos y la reestructuración al interior de la institución familiar llevada a cabo a partir del triunfo de la Revolución Comunista del año 1949. Si bien estos fueron de un gran aporte en cuanto a la valiosa información sobre la historia de las mujeres chinas en el siglo XX, período durante el cual adquirieron la dimensión de ciudadanas, o patriotas, por su implicación y contribución a la política, la sociedad y la economía; el hecho de que los escritos estuviesen enfocados en la contemporaneidad hizo que decida posicionarme frente a ellos reflexionando sobre la condición en que se hallaron las mujeres previo a la Revolución Comunista, es decir, en la china prerrevolucionaria durante el período de la Dinastía Qing. Así, lo que se pretende a continuación es analizar “el rol y la posición de la mujer en la sociedad de la China Tradicional”.

Teniendo en cuenta los aspectos descritos y a partir de los trabajos a los que me fue posible acceder, pude observar que en el período tradicional no puede abordarse a las mujeres sin pensarlas dentro de un contexto histórico general caracterizado por la existencia de un modelo de organización social de carácter jerárquico patriarcal que basado en los preceptos del confucianismo concedió el máximo valor a la familia tradicional, siendo esta la única institución que otorgó identidad a las mujeres, convirtiéndose por lo tanto en el único espacio de adscripción a la existencia de la mismas a través de la práctica del matrimonio. Esto me condujo a pensar que llevar a cabo el análisis deseado implicaba en primera instancia poder comprender la relación existente entre dicho sistema socio-patriarcal y la institución familiar, para luego poner el foco de atención en el análisis del sistema familiar a través de sus elementos ideológicos y de esta manera abrir paso a problematizar a la mujer al interior del mismo.

En primer lugar, al referirnos a la existencia de un modelo de organización jerárquico y patriarcal considero importante en primera instancia hacer alusión al concepto general de patriarcado. Para esto me valdré del trabajo de la historiadora y escritora Gerda Lerner, quien plantea que el mismo constituye un sistema histórico, es decir, posee un inicio en la historia y cuenta con un proceso de formación que no se ha dado de repente, sino que por el contrario, se desarrolló en el transcurso de casi 2500 años, aproximadamente desde el 3100 al 600 a.Ciii. Por otro lado, debe señalarse que este proceso ha tenido lugar a un ritmo y época distintos en las sociedades del Próximo Oriente. Ahora, si tenemos en cuenta que el patriarcado se basa en la subordinación de las mujeres a la figura masculina, debemos preguntarnos en este punto para luego poder indagar sobre la especificidad del mismo en China cómo, cuándo y por qué se produjo dicha subordinación.

En este sentido, si para responder a dichos interrogantes nos valemos de la postura tradicionalista podremos observar que la misma expresa que la dominación masculina comprende un fenómeno universal y natural, respaldando dicho planteo en términos religiosos al expresar que la mujer se encuentra subordinada al hombre ya que de esta forma la creó Dios, lo cual responde a la aceptación de la denominada “asimetría sexual” refiriéndose la misma a la atribución de diferentes papeles y tareas a hombres y mujeres, que puede ser observada en cualquier sociedad humana conocida, actuando así como prueba y señal de que es natural. De este planteo deriva en segundo lugar que como consecuencia del otorgamiento por parte del designio divino a la mujer de una función biológica distinta que la dada al hombre se le debe asignar también cometidos sociales diferentes; y si en este punto prosiguiendo con la postura tradicionalista nos cuestionamos cuáles serían los cometidos designados a la figura femenina, nos hallamos frente a una respuesta simplista y generalizante centrada en la capacidad reproductiva de las mismas, de lo cual deriva consecuentemente el establecimiento de la maternidad como el principal objetivo en su vida. Es importante desatacar que, para aquellos que defienden esta postura, la denominada “función maternal” de la mujer es entendida como una necesidad propia de la especie, siendo de esta forma que las sociedades no hubieran sobrevivido de no haber sido que la mayoría de las mismas hubieron dedicado la mayor parte de su vida a la crianza de los hijos. Esto nos permite expresar que el patriarcado constituye una forma de organización social caracterizada por la supremacía de la figura masculina y la subordinación de las mujeres respecto a la misma.

Ahora bien, al situarnos en la China Tradicional y al hablar del rol y posición de las mujeres dentro de esta sociedad es necesario centrarnos en aquellos elementos que hicieron a la singularidad y expresión del mismo en dicha región.

Para comenzar a abordar lo propuesto resultó de suma importancia los aportes obtenidos a partir de la lectura del trabajo de Taciana Fisac Badelliv, el cual me ha permitido aproximarme a la institucionalización del patriarcado en China expresando que la mayoría de los estudiosos coinciden que la misma se produjo durante la Dinastía Zhou perpetuándose hasta el siglo XXv; situación que puede observarse en el análisis de la escritura china, en la cual el primitivo carácter que hace referencia a la mujer se asemeja a una figura arrodillada y con los pechos desproporcionados, o si quiere analizar de otra forma posible, a una posición de sumisión o reverencia con las manos cruzadas en sus rodillas. En cualquier caso, no se trata de un carácter en el que se esté representando ningún atributo que indique una posición superior de la mujer en el contexto simbólico o social de la cultura china más antigua, sino incluso todo lo contrario, perpetuando esto a lo largo de los siglos. Sin embargo, y como se demostrará, la autora expresa que fue Confucio quien si bien con su pensamiento sancionó una situación de sumisión ya existente, institucionalizó de forma definitiva a través de la escritura y lectura de sus obras la subordinación de la mujer al otorgarles un lugar, o más bien una ausencia de lugar dentro del sistema de organización social establecido por el mismo, limitando la existencia de éstas sólo al interior de la institución familiar, es decir, del espacio doméstico.

Ahora bien, al momento de referirme al sistema de organización social e institución familiar resultaron significativos los aportes brindados por los trabajos de Amelia Sáiz Lópezvi; y Flora Botton Bejavii, ya que a partir de los mismos podrá observarse que Confucio estableció las bases para una convivencia armónica en la existencia de una sociedad jerarquizada en la cual cada uno de los miembros que la componen posee una posición determinada, la cual regula sus obligaciones, resultando que mientras cada uno actúe de acuerdo con lo que se espera de su persona la armonía social se encontrará garantizada. Dentro de esta concepción el mismo otorgó el máximo valor a la familia tradicional, la cual al hallarse organizada jerárquicamente mediante los criterios de edad y género reproduciendo así la estructura de poder estatal en su interior, fue considerada como aquella unidad básica y necesaria para alcanzar el buen funcionamiento de la sociedad. Esto condujo a plantear en la presente investigación que probablemente ninguna sociedad haya otorgado tanta importancia a la familia como lo ha hecho la sociedad china, la cual a pesar de tratarse de una vasta región, con diferencias regionales, lingüísticas y de clase, en lo que respecta a las tradiciones y costumbres familiares presenta una asombrosa uniformidad y continuidad a lo largo de los siglos, las cuales han hecho posible la persistencia del régimen imperial, del sistema patriarcal y la moral confuciana, pero a la vez, y como se desarrollará en el presente trabajo, la han convertido en un instrumento de opresión para las mujeresviii. Estas últimas palabras se relacionan con el hecho de que a través de la influencia que tanto la filosofía como la visión confuciana de la sociedad han ejercido sobre la imagen y posición de la mujer se institucionalizó en la China Tradicional la concepción de que nacer mujer significaba independientemente de la clase social a la que se perteneciera permanecer atada a un destino que se encontraba limitado al servicio de los hombres y de la sociedad por ellos dirigida mediante los distintos papeles impuestos sobre su persona y los cuales tuvieron lugar al interior de la familia tradicional, lo cual condujo a definir la presencia de las mismas en dicha sociedad sólo como miembros familiares encarnados en sus papeles de hija, nuera, esposa, madre o suegra de alguien.

En este sentido, y teniendo en cuenta el planteo de Sandra Fernández, quien expresa que lo “regional” y lo “local” refieren a un ajuste espacial de la observación y la práctica y a la necesidad de poder detectar aquellas diversidades y particularidades presentes en un contexto mayor, posibilitando de esta forma que estos funcionen como categorías flexibles pudiendo así referirnos a múltiples dimensiones espacialesix, me ha sido posible problematizar el rol y la posición de la mujer en la sociedad de la China Tradicional al interior del espacio doméstico, es decir, de la familia tradicional, siendo ésta la que les otorga identidad y únicamente a través de la cual puede visibilizarse su presencia; lo que nos lleva a considerar al mismo como un espacio socialmente construido y al cual mediante la denominada “vía microanalítica” he podido aproximarme, interpretar y explicar las prácticas tradicionales, sociales y familiares que llevaron a la mujer a una perpetua condición de pertenencia, subordinación, sumisión y dependencia de la figura masculina.

En relación a lo expuesto en cada uno de los capítulos que componen el presente escrito, y, en los cuales aludiré a diversas problemáticas que hacen al tema central del mismo, debe destacarse la primordial apoyatura en la lectura crítica de la bibliografía general como así también en la indagación y análisis llevado a cabo sobre el contenido de los Clásicos Confucianos, y aquí considero necesario realizar un paréntesis que me permita justificar la elección de los mismos. En este sentido, debo decir primeramente y en lo personal que al buscar libros o documentos que posibilitaran una visión de conjunto respecto a la familia tradicional no fue posible hallar aquel o aquellos que abarcaran todos los aspectos que en el presente me interesaba desarrollar y los cuales considero fundamentales para poder comprender la problemática abordada. En este sentido, y coincidiendo con la mayoría de los autores trabajados, al abordar los elementos ideológicos en los cuales se estructuró el funcionamiento de la familia tradicional y sin los cuales no es posible comprender la relación de la misma con el sistema de organización social ni el rol y lugar otorgados a las mujeres en esta China Tradicional, es necesario apoyarnos en los textos canónicos confucianos. Otro de los motivos que justificaron el recurrir a los mismos, fue que, al hallarse la mujer confinada al espacio de lo doméstico, es sólo en ellos donde puede percibirse la presencia, el lugar y el rol de las mismas dentro de la sociedad. Por otra parte, se procedió a la indagación y análisis del TA-TSING-LEU-LEÉ o las Leyes fundamentales del Código Penal de la China redactado en el año 1799 debido a que, en este como se verá en el inmediato desarrollo, se establece la existencia de la forma de gobierno patriarcal. En relación al mismo, es pertinente señalar que, si bien su extensión respondería más a la realización de una tesis, me he abocado a la lectura y análisis de las secciones correspondientes a las Leyes Generales, Civiles y Fiscales, y al interior de las mismas a aquellos artículos que hicieran referencia y me permitieran observar los elementos que estructuraron el funcionamiento del espacio al cual fue confinada la mujer. Por otra parte, se llevó a cabio un acercamiento más minucioso a aquellos que hicieran referencia a la posición, las penalidades, las obligaciones y los castigos impuestos a las mujeres relacionando a los mismos con la condición de desigualdad en la que se hallaban las mismas. También se procedió al análisis de los aportes brindados por el trabajo de campo realizado a fines del SXIX por la misionera Adele Fielde, quién a través de las encuestas realizadas a mujeres de distintas provincias llevó a cabo la realización de estadísticas con respecto a la práctica del infanticidio femenino, el cual tendrá su desarrollo en los siguientes capítulos permitiéndonos observar la relación existente entre la misma y la posición y valor de la mujer en esta sociedad tradicional. Otro de los aportes lo constituyen dos cartas: la primera la del “Emperador de la China escrita a Nuestro Santissimo Padre Benedicto XIV Pidiendo a su Santidad una Princesa de Europa en Matrimonio”, en la cual como podrá observarse se manifiesta la intención de comprar una mujer con el fin de entablar alianzas políticas y por otra parte una carta perteneciente a la correspondencia familiar y oficial de Tseng Kuofan, general que derrotó a las Taiping en el año 1864 y que escrita por el mismo mientras se encontraba en batalla permite analizar cuáles son las obligaciones y tareas que las mujeres deben desempeñar en el ámbito de lo doméstico.

Es así que a partir del cruce dispuesto entre la bibliografía general y las fuentes relevadas se llevó a cabo la reconstrucción y análisis de la problemática propuesta mediante la siguiente estructura temática-analítica:

En el capítulo I se abordará en primer lugar la existencia del patriarcado en China a través de la relación establecida entre el sistema de organización social e institución familiar y la influencia de la moral confuciana en dicha relación. Esto nos llevará a poder analizar y comprender aquellos elementos ideológicos que en función de los preceptos confucianos estructuraron a la familia tradicional y por medio de los cuales se produce el confinamiento de las mujeres al espacio doméstico.

En el capítulo II se abordará la posición de la mujer al interior de la familia tradicional a partir del desarrollo de las distintas categorías asignadas por la ideología confuciana a las mismas, haciendo principal hincapié en las relaciones entre géneros y al interior del propio género femenino que caracterizaron a cada una de las mismas.

En el capítulo III, he considerado enriquecedor el poder reflexionar en cuanto a si tuvieron lugar dentro de esta sociedad que oprimió a las mujeres, algún tipo de manifestación o transgresión por parte de las mismas a las normas establecidas sobre sus personas. Fue así, que al encontrarnos desde este lado del Atlántico lo que muchas veces dificulta el poder acceder a fuentes que no sean atemporales consideré pertinente poder llevar a cabo una aproximación al tema y problemática abordados en el presente escrito desde una obra cinematográfica, preferentemente realizada por un director chino. En este sentido, y por medio del abordaje que el director Zhang Yimou realiza en su film titulado “Dahong Denglong Gaogao Gua” (La Linterna Roja/Esposas y Concubinas) del año 1991, acerca del sistema de poligamia-concubinato, me propuse abordar la vida cotidiana de estas mujeres al interior del espacio doméstico visualizando aquellos elementos que hicieron a la especificidad del patriarcado en la China Tradicional y la presencia o no de posibles actitudes desafiantes por parte de las mismas frente a este sistema patriarcal con el fin de intentar sobrevivir de la mejor manera dentro del mismo.

Por último, en las conclusiones finales se presenta una síntesis del trabajo realizado mediante el entrecruzamiento de los principales aportes provistos en cada uno de los capítulos que componen el principal aporte de este escrito sobre el estudio de la mujer en la sociedad de la China Tradicional.

En vistas de lo expuesto a continuación, espero poder contribuir a un modo de aproximación desde la perspectiva de género a la historia de las mujeres en la sociedad de la China Tradicional a través del rol y posición asignados dentro de la misma.

NOTAS

i Diplomático mexicano dedicado a la cooperación internacional y asuntos culturales el cual es parte integrante de principales instituciones académicas mexicanas e internacionales, con especial interés en las civilizaciones asiáticas y los estudios prospectivos.

ii LOZOYA, Juan Alberto “Prefacio” en China: su historia y cultura hasta 1800. El Colegio de México, Centro de Estudios de Asia y África, 1984. Pp. 8-9.

iii LERNER, Gerda: “Introducción” en La creación del Patriarcado. Editorial Crítica, 1990. P. 2.

iv Catedrática de Estudios de Asia Oriental, con especialidad en Lengua y Literatura chinas y directora del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Madrid.

v FISAC BADELL, Taciana “Las mujeres en la cultura china imperial” en El otro sexo del dragón: Mujeres, literatura y sociedad en China. Editorial Narcea, 1996. P. 11.

vi Socióloga y Profesora de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Barcelona.

vii Investigadora y Profesora del Centro de Estudios de Asia y África del Colegio de México.

viii BOTTON BEJA, Flora y CORNEJO BUSTAMANTE, Romer: “Introducción” en Bajo un mismo techo. La familia tradicional en China y su crisis, El Colegio de México, México, D.F., 1993. Pp. 13-14.

ix FERNÁNDEZ, Sandra “El revés de la trama: contexto y problemas de la historia local y regional”. Versión reducida del trabajo que forma parte del texto Las Escalas de la Historia Comparada, Tomo 2 Empresas y empresarios. La cuestión regional, coordinado por Susana Bandieri, Graciela Blanco y Mónica Blanco, y editado en el año 2008 por Miño y Dávila.


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