martes, 23 de octubre de 2018

EL BREXIT, LA UE Y LAS INCERTIDUMBRES ESTRATÉGICAS: IMPLICACIONES A CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZO PARA ÁFRICA SUBSAHARIANA, por Yoslán Silverio González

Msc. Yoslán Silverio González
Jefe del Grupo de África y Medio Oriente
Centro de Investigaciones de Política Internacional

La Unión Europea (UE) ha sido un actor fundamental en las relaciones económicas y políticas con los países africanos. La política exterior de este bloque hacia África ha estado marcada en particular por los intereses de Francia y Reino Unido, enfocados principalmente hacia sus antiguas posesiones coloniales. La historia de las relaciones económicas entre la antigua Comunidad Económica Europea (CEE) y el continente estuvieron diseñadas por una serie de acuerdos multilaterales —las Convenciones de Yaoundé—, adoptados por influencia francesa, y la serie de Convenios de Lomé a partir de 1975 cuando, una vez producida la entrada de Reino Unido a la CEE (1973), se tuvieron que renegociar los antiguos convenios comerciales para incorporar a los exterritorios británicos a los “beneficios” de estos acuerdos.
En el año 2000 se firmó uno nuevo, el de Cotonou, el cual debería dar paso a la posterior adopción de los Acuerdos de Asociación Económica o EPAs, cuya negociación con la contraparte africana debía concluir en 2007. Este tipo de acuerdo de cuarta generación o de libre comercio causó una gran polémica por parte de los países africanos, por lo que sus regulaciones representarían para las economías nacionales. Esto significó que una vez llegada la fecha de la supuesta firma, los europeos no obtuvieron lo que esperaban, sino acuerdos interinos aislados con determinados países. Se necesitaron siete años más de presiones por parte de la UE, para que pudieran ampliar, mediante la imposición, los acuerdos interinos a nivel de los bloques subregionales y finalmente suscribirlos con la mayoría de las entidades africanas, algunas creadas solo para este fin y violando las propias organizaciones económicas subregionales de África.


Desde el punto de vista de las relaciones políticas, no fue hasta el año 2000 que la UE estableció el mecanismo de las cumbres UE-UA, que no por casualidad coincidieron con los mismos períodos en los cuales los europeos buscaban renegociar dichos acuerdos de libre comercio: 2000, 2007, 2010 y 2014. No obstante, tanto Francia como Reino Unido habían mantenido sus dos mecanismos de política exterior: la Francofonía y la Commonwealth, respectivamente. Estos dos instrumentos han garantizado el fortalecimiento de los lazos entre París y Londres con sus respectivas áreas de influencias postcoloniales, al margen de las directrices de la política exterior común y consensuada en el seno de la UE.
Este marco jurídico-institucional que estableció, reguló, gestionó y controló las relaciones tanto económicas como políticas entre la UE y África debe ser sometido a una fuerte redefinición a raíz de lo que parece ya una inevitable salida de Reino Unido del bloque “integracionista” europeo. Según expertos cubanos, como el Dr. Eduardo Perera Gómez, profesor de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, no es probable que Reino Unido abandone la UE, debido a que el referéndum no es vinculante y pudiera bloquearse todavía, desde las instituciones británicas, el proceso de salida, puesto que las consecuencias negativas para el país serían incalculables[1]. No obstante, este trabajo parte de la premisa de que se concreta la separación entre Londres y Bruselas, lo que tendría un conjunto de repercusiones para la zona subsahariana. Este es precisamente el objetivo central propuesto: plantear los posibles escenarios de una política europea y británica postBrexit. El artículo está diseñado teniendo en cuenta un conjunto de variables —relaciones políticas, relaciones económico-comerciales, seguridad y defensa, y relaciones bilaterales— sobre las cuales se indicarán varios escenarios tendenciales —más probables y alternativos— que marcarían las nuevas relaciones políticas, económicas y militares entre estos actores y África.
El referéndum británico del 23 de junio de 2016 arrojó un saldo favorable para el Brexit, poniendo en evidencia el sistema integracionista europeo. La votación transcurrió en un contexto de aguda crisis económica internacional como resultado de la caída de los precios del petróleo y de las materias primas, de una crisis migratoria en torno a las fronteras europeas y de varios conflictos en su espacio geográfico inmediato.
Por tanto, varias son las incertidumbres en torno a las consecuencias regionales e internacionales que la materialización de la salida de Reino Unido de la UE podrá ocasionar en los planos económicos, políticos y de los propios mecanismos de integración. Si bien África no resulta ser el centro del debate en torno a cómo se articularán las nuevas alianzas, para los africanos sí resulta de vital interés cómo estas quedarán (re)definidas para poder ganar en claridad en cómo se insertarán en este nuevo contexto internacional.


Redefiniciones políticas
Sin dudas se deben producir significativas modificaciones en el plano político, por ejemplo, una reformulación de las relaciones de la UE con la UA ahora sin el peso de la presencia británica y, en este mismo sentido, un relanzamiento de la política exterior de Reino Unido hacia el África Subsahariana (ASS) con el fortalecimiento de la Commonwealth, debido a que no formará parte del diálogo político bilateral ya establecido entre los europeos y los africanos.
Los posibles escenarios con respecto a la dimensión política de las relaciones con el continente podrían ser:
v  Las relaciones políticas entre la UE y la UA deben sufrir un proceso de impasse, con tendencia hacia el retroceso debido a que las prioridades de política exterior no se centrarán en el continente. Esto se evidencia en la falta de sistematicidad en la realización de las cumbres de jefe de Estado y gobierno.
v  No obstante, Francia se encuentra en una posición ventajosa para impulsar sus propias agendas de política exterior y de seguridad hacia el continente, debido a la consolidación de su papel dentro de la UE.
v  La política de Londres hacia África deja de ser una prioridad debido a la necesaria recomposición de sus relaciones exteriores con sus socios estratégicos, esto también estará marcado por una pérdida relativa de su influencia política en el sistema internacional.
v  Reino Unido como parte de la UE podía incidir en la conformación de políticas hacia países o subregiones francófonas del ASS, por ejemplo, a través de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) o de las misiones civiles y militares. Por lo tanto, su salida dificultará la ampliación de su influencia política y económica hacia dichas zonas.
v  La UE podría cambiar su política de sanciones contra Zimbabwe teniendo en cuenta la ausencia británica y las diferentes posturas que existen dentro de la organización con respecto a este país. Reino Unido se encuentra aislado en sus posturas contra el gobierno de Robert Mugabe.
En total 18 naciones africanas forman parte de la Commonwealth, mecanismo que ofrece determinadas ventajas económicas y políticas a los países miembros. En el contexto del referéndum, los ciudadanos residentes en Reino Unido procedentes de los países de la Commonwealth pudieron participar. Esto es un ejemplo de la fuerte presencia de la diáspora, por ejemplo africana, en ese país. Según Alex Vines, Jefe del Programa Africano del Chatham House en Londres, el nuevo gobierno británico buscará reformular y fortalecer este mecanismo en particular[2].
Según el FMI, este dispositivo contribuirá más a la economía mundial hacia el 2019 que la propia UE[3]. Esta es una afirmación interesante, pero que suscita más dudas que respuestas, puesto que el otrora espacio de la Commonwealth, desde el punto de vista económico, no es exclusivo ya de los británicos, debido a que muchos de sus países —los del Caribe y de África— están también vinculados, a través de acuerdos comerciales, a la UE.
v  La Commonwealth es reactivada y se constituye en el instrumento principal del diálogo político con su espacio de influencia en el ASS, pero aun así no constituye una alternativa viable a la UE.
v  En el mediano plazo, Reino Unido no puede articular un mecanismo multilateral con la UA al nivel de Cumbres de Jefes de Estado y Gobierno como existe con otros actores internacionales.
v  Su influencia política en África disminuye considerablemente en favor de Francia.
La salida de Reino Unido de la UE, sin duda alguna, relanzará las posturas de Francia en el continente, puesto que no solo dispondrá de sus tradicionales mecanismos de control hacia su zona francófona, sino que contará además con el “respaldo” institucional que le puede ofrecer la UE, mientras que Reino Unido tendrá que rediseñar sus instrumentos de política exterior para no perder más influencia en África.
v  En la esfera de las relaciones político-diplomáticas, Francia sigue consolidando el mecanismo bilateral de las Cumbres Francia-África para incrementar sus áreas de influencia en el continente más allá de la francofonía. De igual manera mantiene su incidencia en la solución de eventuales conflictos políticos, principalmente allí donde sus intereses sean puestos en peligro.

Comportamiento de las variables económicas
Los impactos sobre la economía mundial se traducirán en una mayor volatilidad de los mercados financieros, la disminución de la actividad económica y afectaciones en las relaciones comerciales. Este panorama agrega nuevas incertidumbres al desenvolvimiento de una economía mundial de por sí en crisis.
Una de las variables de mayor incertidumbre es la relacionada con los suministros energéticos. ¿Cómo el Brexit y una disminución de la demanda británica, en primer lugar y europea en general, afectarían los precios del mercado mundial de hidrocarburos? ¿Se producirá una redefinición de las cuotas de mercado en cuanto a la importación de petróleo hacia la UE? ¿Aumentarán las afectaciones al suministro energético? Al momento de dar los resultados del referéndum, el precio del barril de petróleo descendió en un 6 %.
En cuanto a las principales empresas petroleras británicas la Shell (también de capital holandés) y la British Petroleum (BP) se han visto afectadas por la caída de los precios del petróleo y en particular la Shell ha reducido su producción en Nigeria, por los ataques contra sus instalaciones por parte de grupos armados en la zona del Delta. Por lo tanto, al tener el mercado petróleo una buena cuota de especulación financiera, esta situación contribuye a la prolongación de la no recuperación de los precios del petróleo y, por ende, al mantenimiento de la crisis económica.
En particular, las principales economías africanas y, por ende, el continente en sentido general, ya han estado sufriendo las consecuencias de la crisis económica mundial desde el desplome de los precios de los hidrocarburos y de las materias primas. Estos impactos se han evidenciado en una disminución de los presupuestos estatales, en la devaluación de las monedas nacionales, en el endeudamiento externo y en la disminución de las exportaciones. La variable Brexit sin dudas incorpora nuevos elementos a la profundización general de la crisis.
El análisis puede ser ubicado en dos niveles: el impacto del Brexit en el plano económico mundial y las consecuencias que tendría una agudización de la crisis económica interna en el Reino Unido. Esta segunda variable es significativa, sobre todo para varios países africanos, debido a los fuertes vínculos que existen entre estos y la 5.ª economía del mundo.
Sin embargo, las repercusiones económicas no se comportarán de la misma manera. Estas estarán en dependencia de los sectores de la economía que se trate y tampoco serán iguales en todos los países africanos. Los más afectados serán aquellos con un mayor nivel de dependencia del mercado británico.
Los impactos también se han situado en el sector financiero. La devaluación de la libra esterlina ha obligado a la adopción de medidas por parte de los bancos centrales africanos, como el caso del Banco Central de Mauritania, que se vio en la necesidad de aumentar sus reservas en oro y en dólares estadounidenses para reducir la exposición a la libra británica; mientras que en, otros casos se ha producido una devaluación de las monedas nacionales con respecto a la libra y el euro.

Relaciones económico-comerciales
La UE se encontraba en un proceso avanzado de negociación de los Acuerdos de Asociación Económica (EPAs) con los grupos regionales africanos. Estos tratados comerciales plantean la liberalización total del comercio de las mercancías, los servicios y la inversión. Por el momento, esta liberalización de las aduanas se realizaría de manera gradual y controlada, en un proceso que debe terminar sobre el 2022. En el caso del África Occidental, en julio de 2014, los 16 Estados de la subregión que conforman la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO) y la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UEMOA) firmaron el EPA. También en julio de 2014 fueron concluidas exitosamente las negociaciones con la SADC (Southern African Development Community) y en octubre de 2014 la EAC (Eastern African Community) finalizó las negociaciones con la UE. El acuerdo con la SADC fue firmado el 10 de junio de 2016, mientras que el de la EAC todavía tiene que ser ratificado por el Consejo Europeo.
Por su parte, con la Comunidad Económica del África Central (CEMAC) el acuerdo plantea el 80 % de la liberalización de las exportaciones de la UE hacia esta subregión y la supresión progresiva de los derechos de aduana sobre los productos agrícolas en un período de 15 años. La CEEAC no ha firmado el EPA, solo Camerún firmó uno de manera bilateral e interino en 2009. Ali Bongo, presidente de la República del Congo, fue designado en mayo de 2015 para negociar los términos del acuerdo entre el resto de los países de la subregión, el cual debería entrar en vigor el 4 de agosto de 2016. Habría que señalar que el Consejo de la EU había prometido —Consejo de marzo de 2014— 6.5 mil millones de euros para el período 2015 - 2020, para proyectos de desarrollo en el marco del EPADP (EPA Development Programme). Esta sería una síntesis actualizada del complejo proceso de negociación de los acuerdos de libre comercio impulsados por la UE con África, algunos todavía en proceso de ratificación por parte del Consejo Europeo.
En el plano concreto de las relaciones económico-comerciales, el marco regulatorio de los EPAs constituye uno de los temas más polémicos en el nuevo contexto europeo tras el Brexit, poniendo en cuestionamiento el marco legal de dichos acuerdos. Dentro de la UE, Reino Unido es el principal socio comercial de varios países africanos y esta tendencia no debe desaparecer. De manera inmediata, no habrá modificaciones en las relaciones económico-comerciales debido a que todavía existe un margen de al menos dos años para definir cómo quedarán reestablecidas las relaciones entre la UE y Gran Bretaña, por lo tanto siguen operando las mismas regulaciones comerciales.
Ahora bien: ¿cuál será el marco regulatorio que definirá las relaciones económicas específicas de Reino Unido con los países ACP, en particular los africanos, cuando se oficialice su salida de la UE? Sin dudas, la UE seguirá liderando el proceso de negociación e implementación de los EPAs con cada una de las subregiones africanas, lo que sitúa a los británicos en una posición desventajosa con respecto al mercado africano. La UE no debe renegociar nuevos acuerdos EPAs debido a la complejidad y la demora del proceso, que ha llevado hasta ahora, a la firma de los EPAs entre la UE y los bloques subregionales, debido en buena parte a las reticencias africanas, así como el hecho de que todavía no se han materializado estos acuerdos. Por lo tanto es poco probable que la UE renegocie dichos acuerdos de libre comercio para no ¿perjudicar? a los británicos.
Esto también será matizado por el modelo que se aplique en cuanto al relacionamiento futuro de Reino Unido con la UE. Una de las variantes manejadas es que se vincule al Área de Libre Comercio Europea (European Free Trade Area, EFTA) en la que se incluyen los Estados europeos no miembros de la UE y de esta forma mantener las mismas prerrogativas. De este modo, Londres mantendría el acceso al mercado europeo. Una vez avanzado en este sentido es que quedarán reconstituidos los vínculos económicos entre África, la UE y Reino Unido. Indiscutiblemente el monto económico de África dentro de la UE disminuirá desde el punto de vista porcentual.
Con respecto a las relaciones económico-comerciales habría varias salidas:
v  Según el Institute for Economic Affairs, Reino Unido mantiene sus obligaciones en el marco de los acuerdos de libre comercio que había firmado como Estado miembro de la UE, incluso luego del Brexit.
v  A largo plazo se produce una renegociación de los EPAs.
v  Reino Unido queda excluido de los EPAs.
v  Varios países africanos que no habían ratificado los EPAs de manera bilateral no lo firman. En sentido general se produce un cuestionamiento a estos acuerdos de libre comercio.
v  La disminución de la presencia económica de los británicos en África como resultado de la crisis interna y la imposibilidad de aumentar sus niveles de inversión y las importaciones, es utilizada por otros actores internacionales con fuerte presencia en el continente, para ampliar sus áreas de influencia[4].
v  Esto no significa que Reino Unido deje de ser un actor importante en materia económica y comercial para aquellos países africanos donde su presencia ha sido histórica.
v  La UE fortalece sus relaciones económico-comerciales con los países africanos; en especial, el mercado francés se consolida como el principal destino de las exportaciones africanas.
A pesar de que el marco de las “nuevas” relaciones económicas-comerciales entre Reino Unido y los países africanos seguirá siendo sobre la base del libre comercio, y se profundice el antagonismo con la UE y la competencia por cuotas de mercados, esto colocaría a las economías africanas en ventaja debido a que pueden optar por el “mejor” comprador. Un sector que puede verse beneficiado por estos antagonismos puede ser el agrícola, debido a que la UE defendía las políticas de subsidios a sus productores agrícolas que iban en detrimento de los productores africanos, mientras Reino Unido se oponía a esto[5]. Otro elemento contradictorio puede estar reflejado en las políticas arancelarias que adopte el gobierno británico, sobre todo si estas llegasen a ser más “beneficiosas” que la actual política aduanera establecida por la UE.

Se pudiera experimentar la repetición de un escenario parecido al de la década del 1960 cuando había sido bloqueada la entrada de Reino Unido a la CEE debido, en su momento, al declive económico del país y a la disminución del comercio entre los británicos y los países de la Commonwealth, realizado en favor de los vínculos económico-comerciales con la entonces exitosa CEE[6]. De aquí se derivó la necesidad para Londres de formar parte de la CEE. Estos antecedentes históricos reafirmarían la tendencia de que la salida de Reino Unido de la UE va a significar el declive de sus relaciones económico-comerciales con los países africanos en favor de las relaciones —mejor institucionalizadas— con los europeos.
Inversión extranjera: Si bien África no ha captado a nivel internacional grandes flujos de inversiones extranjeras directas y en los últimos años, sobre todo desde el estallido de la crisis en 2008, la tendencia ha sido a la disminución, en este nuevo contexto, no se puede esperar un repunte, sino todo lo contrario. Esta tendencia de las inversiones procedentes de Europa es opuesta a la que muestran los capitales chinos.

v  Los países africanos tendrán un menor acceso a los capitales extranjeros procedentes de Europa y en especial de Reino Unido. Esto tendrá efectos sobre los programas de desarrollo infraestructural impulsados con capital europeo.

v  La devaluación de la libra esterlina ha significado una reducción del valor de las inversiones extranjeras directas y del monto de las reservas internacionales de divisas de algunos países africanos.


Migración: el tema migratorio ha sido un aspecto fundamental en la relación UE-UA sobre todo en el contexto actual de la crisis de refugiados que se está desarrollando en torno a las fronteras europeas y para el cual una de las soluciones analizadas —aparte de las militares en el Mar Mediterráneo— ha sido la reubicación de los migrantes ilegales entre los países miembros de la UE según cuotas determinadas. Esto significa que una vez aprobada la salida de Reino Unido, este país tendrá dificultades para “reasentar” a los migrantes ilegales que arriben a sus fronteras usando como vía de llegada países miembros de la UE (principalmente desde Francia) y que tendrán que ser “retornados” a sus países de origen o a un tercer país fuera de la UE, por lo que esta situación crea todo una problemática legal en torno a cómo se va a efectuar este procedimiento.

v Los países de la UE siguen estando afectados por la crisis de refugiados en torno a sus fronteras y en particular se consolida la expulsión de los migrantes en condiciones irregulares. 

v Se agudizan las posturas antiinmigrantes de Reino Unido en el marco de una nueva política migratoria mucho más severa contra la inmigración ilegal de nacionales subsaharianos a través de Europa.

Las remesas son una de las fuentes de ingreso de los países africanos como resultado de la diáspora que está insertada, en lo fundamental, en los mercados laborales de la UE. La caída del valor de la libra esterlina, que alcanzó su punto más bajo con respecto al dólar desde 1985, ha sido una consecuencia inmediata del fracaso del “remain”. Esta situación, además de tener implicaciones en los mercados financieros internacionales, en el plano más directo ha significado la reducción del poder adquisitivo y por ende de la reducción del envío de remesas desde Reino Unido en términos de valor absoluto.
v Se mantiene la tendencia a la reducción de los envíos de remesas procedentes de los países europeos y de Reino Unido debido a la crisis económica y la devaluación tanto de la libra esterlina como del euro. 
Ayuda Oficial al Desarrollo: Reino Unido es uno de los principales contribuyentes al presupuesto general de la UE en este acápite, aportando el 14,68 % al Fondo Europeo de Desarrollo (FED). La pérdida de este financiamiento significará una redistribución de la cuota asignada por cada país, recargando el peso sobre Alemania y Francia, países que junto a Italia, aportan el 20,58 %, 17,81 % y el 12,53 %, respectivamente.
Ahora, dado el contexto de crisis económica que presentan varios de los países del bloque, lo más probable será una reducción significativa del presupuesto general de la UE. Esta contracción se traducirá a su vez en un mayor recorte del FED, buena parte del cual se utilizaba para impulsar programas de desarrollo en países africanos y que tradicionalmente siempre han sido de por sí limitados y con una alta condicionalidad política: respeto a los derechos humanos, elecciones multipartidistas y libres, derechos humanos, entre otros temas que siempre han sido instrumentos de presión política e injerencia interna en función de los intereses europeos.

Gráfico 1. Contribución al FED por países[7].


v Se reduce el financiamiento de la UE y por ende de los montos destinados al FED, lo que implicará mayores condicionalidades políticas para acceder a ellos.
v El nuevo gobierno conservador en Londres realiza mayores recortes a la AOD con destino a África.
v Esto significará mayores problemas de financiamiento por parte de la UA y sus diferentes organismos y agencias, que dependen del financiamiento externo.
v Una buena parte de los programas socioeconómicos y las donaciones a las instituciones y organismos africanos —UA y los RECs— son paralizados o eliminados.
Influencia sobre los procesos de integración económica y política en ASS: A pesar de que las organizaciones subregionales africanas de integración económica y política surgieron inspiradas en parte en el proceso integracionista europeo, el Brexit no significará el cuestionamiento de la integración en África. El panafricanismo es objetivo fuertemente impulsado por la Unión Africana y el fortalecimiento de la integración está indicado en su estrategia a largo plazo denominada Agenda 2063.
v El Brexit genera el auge de nuevos sentimientos secesionistas en varias partes de ASS pero que no trascienden el nivel de declaraciones políticas.
v El proceso de “fragmentación institucional” de la UE es utilizado como un mecanismo de fortaleza por parte de la UA para seguir impulsando la causa integracionista en el continente africano.
v Es absolutamente improbable que algún país africano proyecte su “separación” de la Unión Africana.
La posición económica de Francia en ASS luego del Brexit, puede ser la siguiente:
v En el plano económico y sobre todo debido a la efectiva aplicación de los EPAs, Francia aumenta su intercambio comercial con los países de su tradicional zona de influencia.
v De forma bilateral, París incrementa el monto de sus inversiones extranjeras en el subcontinente debido a las mayores garantías para sus empresas en el marco de los EPAs, mientras que disminuye el monto de la AOD canalizada a través del Fondo Europeo de Desarrollo.
v Francia tiene garantizado los mercados africanos y en este sentido se mantiene todavía la dependencia de estos países —sobre todo los francófonos— del mercado de la UE específicamente al mercado francés.
v El franco CFA sigue siendo un instrumento financiero por parte de Francia para controlar las políticas monetarias y las economías de los países dentro de su área de influencia en el África occidental y central.
v Las transnacionales galas siguen estando presentes en amplios sectores de la economía africana controlando la banca, las finanzas, el transporte y las telecomunicaciones principalmente en los países francófonos.

Dimensión de la seguridad y la defensa
Uno de los aspectos más polémicos dentro de la UE ha sido la adopción de una Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD) que responda a los intereses de los por entonces 28 Estados. Esta PCSD ha tenido problemas para su cohesión debido a la diferencia de intereses en política exterior en materia de seguridad y defensa entre Gran Bretaña, Francia, Alemania y España por una parte y el resto de los Estados miembros con una política exterior hacia África nada proactiva. La implementación del leaving puede favorecer una mejor articulación entre Francia y Alemania en materia de seguridad y defensa, pero al mismo tiempo la reducción de los presupuestos generales o la reticencia a una mayor contribución de los Estados tendrá una afectación sobre las misiones militares y civiles que la UE tiene desplegadas en suelo africano.
Presencia militar británica en África y participación en las misiones militares y civiles de la UE: si bien Reino Unido no conservó un amplio y fuerte dispositivo militar en África como sí lo hicieron los franceses, sus fuerzas armadas han estado presente en varios escenarios de conflictos en África ya sea aportando tropas o apoyo logístico, tanto de manera bilateral como multilateral.
En perspectiva histórica, los británicos encabezaron la intervención militar para la “lucha” contra la piratería en el Golfo de Adén desde el 2008. Al mismo tiempo se han hecho presente y apoyado las misiones de la UE en la República Democrática del Congo en 2003 y en 2006, en Chad en 2008 y 2009, y en la República Centroafricana en 2014 y 2015. También los servicios secretos ingleses han estado operando en alianza con la CIA por ejemplo en la “lucha” contra el terrorismo. El último ejemplo fue en Nigeria a raíz de los masivos secuestros de Boko Haram. También han sido activos en las operaciones civiles de la UE.
Si bien su presencia militar es limitada, en comparación con los franceses, los británicos de manera bilateral tienen desplegadas varias unidades en Sierra Leona y en Kenya, así como un pequeño grupo de personal miliar en Sudáfrica para el asesoramiento en operaciones de mantenimiento de la paz. El Ejército británico tiene en activo las misiones British Peace Support Team (BPST) y la British Army Training Unit Kenya (BATUK), ambas en Kenya y la International Military Assistance Training Team (IMATT) en Sierra Leona. Las misiones en Kenya están centradas en acciones de desminado, asistencia militar a las fuerzas armadas, apoyo logístico y formación de militares kenyanos a través de ejercicios militares conjuntos. En el caso de Sierra Leona, sus acciones se concentran en el desarrollo de las fuerzas armadas nacionales[8].
En la siguiente tabla se muestra la cantidad aproximada de efectivos desplegados por la UE solo en diez misiones en África, según datos del Estado Mayor de la UE, y cuánto de este personal es de origen británico. Fernando Montoya Cerio, del Instituto Español de Estudios Estratégicos, plantea que las afectaciones de la retirada británica no van a ser muy fuertes debido a que el monto de sus efectivos es insignificante, pero realmente no son solo los efectivos sino también la logística y el financiamiento puesto en función de estas misiones.

Tabla 1. Aporte de Gran Bretaña a las Misiones de la UE en África[9]

Otro elemento a tener en cuenta serán los gastos en materia de seguridad y defensa. Si bien estos no forman parte del presupuesto general de la UE, coincide que los países que más aportan a dicho presupuesto son casi los mismos que tienen las principales cuotas en este sector. En este sentido, los que tienen los mayores porcentajes en las partidas de defensa son solo cinco de los 28, los cuales representan más del 70 % de dicho presupuesto: Alemania (21,5 %), Reino Unido (17,6 %), Francia (15,4 %), Italia (11,2 %) y España (7,7 %).
Fernando Montoya Cerio afirma que el costo de la salida de Reino Unido, llevándose el 17,6 % del presupuesto de defensa “sería una cantidad irrisoria[10]”, lo que supondría fácilmente que el resto de los países de la UE podrían asumir sin problemas el monto británico. Solo Reino Unido representa el presupuesto de casi 15 países de la UE. Cuando se hace un análisis de cuánto aportan cada uno de los países, tendríamos que el total del primer grupo solo representa el 1,8 %, mientras que el conjunto del segundo grupo representa el 18,8 %; por lo tanto, en cualquiera de los casos, estos países se verían obligados a casi doblar su contribución, lo que no es probable.
En la primera cumbre de la UE realizada luego de los resultados del Brexit, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Federica Mogherini, comenzó a reclamar ya a los gobiernos europeos avanzar en la cooperación en defensa y que contribuyan más para garantizar la seguridad colectiva en la nueva estrategia global para la Política Exterior y de Seguridad de la UE.
Según las propias declaraciones de la diplomática, Reino Unido había bloqueado en los últimos años una mayor cooperación en defensa rechazando cualquier idea de crear un Ejército europeo, capacidades militares conjuntas o la creación de un cuartel militar de la UE para evitar la duplicación con la OTAN[11]. Estas iniciativas pueden avanzar en el marco de una nueva política en materia de seguridad.

Tabla 2. Aporte de los Estados miembro a los gastos de seguridad[12]


De acuerdo con el investigador Daniel Keohane del Center for Security Studies at ETH Zürich la salida de Reino Unido haría la cooperación europea en materia de seguridad mucho más difícil de alcanzar debido a que esta puede funcionar solamente sobre la base del acuerdo entre Berlín, Londres y París[13]. De todas maneras este nivel de coordinación no siempre existió y a partir de la ausencia de Londres, el resto de los actores podrá ponerse de acuerdo mucho más rápido. Dicho investigador llama la atención sobre el papel de Reino Unido en la dirección de la “misión militar más exitosa” de la UE[14]: la operación antipiratería frente a Somalia. Destaca este ejemplo tal vez para indicar que la retirada británica introducirá elementos de ineficiencia en las misiones de la UE.


Posibles escenarios de la UE, Reino Unido y Francia en materia de seguridad y defensa:
v  Con el britain exit se produce el cese de la presencia tanto militar como civil de los británicos en las misiones de la UE en el continente africano, lo que a decir de un profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Nottingham significará una pérdida del estatus internacional de Reino Unido y sería “devastador” para su diplomacia[15].
v  La retirada británica no significa necesariamente el cese de sus relaciones militares y de seguridad con la UE, ni el repliegue de sus tropas de suelo africano, porque de hecho existe como antecedente una política que data de los años 90 denominada Iniciativa P3 que planteaba el principio de las “responsabilidades compartidas” entre EE. UU., Francia y Reino Unido con respecto a las “amenazas” comunes, entre las que se encuentran ahora el terrorismo y la migración. De hecho, tanto Berlín, París y Londres habían acordado aumentar los presupuestos militares para hacer frente a estas problemáticas en África y Medio Oriente.
v  O bien se produce una reducción significativa en los presupuestos de defensa, lo que tendrá repercusiones sobre un mayor despliegue militar de las misiones de la UE en África e implicará mayores recortes financieros a las misiones de la UA[16].
v  No obstante, la UE continúa con las misiones de mantenimiento de la paz y las misiones civiles en la prevención y solución de los conflictos en el área, aunque con serias limitaciones de financiamiento. Sigue privando el enfoque europeo de vincular la seguridad al desarrollo, es decir que como condición para mejorar la situación económica y reducir la pobreza se debe mejorar la seguridad.
v  La UE sigue estando afectada por la crisis migratoria procedente de la región subsahariana y conserva el tema migratorio, el terrorismo y otros delitos de crimen transnacional como amenazas a su seguridad. Se mantiene la criminalización de la migración ilegal y la respuesta militar por parte de la UE para frenar estos flujos. En este sentido, París, Roma y Madrid fomentan una agenda más recia en el seno de la UE, en materia de frenar los flujos migratorios ilegales subsaharianos.
v  La lucha contra el terrorismo en toda la amplia zona del Sahel y contra la "piratería" en las costas del Golfo de Adén siguen siendo objetivos priorizados de la política de la UE hacia la región del ASS y en torno a estos dos ejes se articulan las relaciones en materia de seguridad entre la UE y Reino Unido.
v  La UE está abocada a una reformulación de su PCSD que le permita seguir “atendiendo” sus “prioridades” en materia de seguridad en regiones como África Subsahariana. La ausencia de los ingleses posibilita avanzar hacia un mayor consenso en cuanto a una PCSD.
v  Los recursos financieros que Londres destinaba a la UE pueden ser utilizados para desarrollar una política militar más agresiva en África a título bilateral, siguiendo sus propios intereses geoestratégicos y de seguridad.
v  El nivel de coordinación entre Francia y Reino Unido en términos de seguridad y defensa en su política hacia África disminuirá considerablemente[17], aunque se va a mantener una cierta cooperación.
v  París conserva su tradicional presencia militar en las bases desplegadas en Senegal, Costa de Marfil, Gabón, Camerún, Chad y Djibouti. Como resultado de su discurso de lucha contra el terrorismo, Francia mantiene sus operaciones militares en el área, como la Operación Barkhane en el Sahel, con un mayor despliegue de tropas con el objetivo de realizar acciones transfronterizas entre Mauritania y Chad, al mismo tiempo que se ratifican los acuerdos de defensa con estos países y se incrementa su rol en el entrenamiento de soldados africanos.
v  Reino Unido puede impulsar una agenda militar más fuerte con respecto a África —firma de nuevos acuerdos de colaboración militar, compromisos en cuanto a la formación de soldados africanos y mayores actividades de inteligencia— con el objetivo de rescatar espacios de influencia perdidos[18].
v  La presencia militar tanto de España como de Alemania en las misiones de la UE en África aumentan significativamente.


Reino Unido como contribuyente a las misiones de la ONU: Entre los primeros cinco contribuyentes a las misiones de mantenimiento de paz de la ONU se encuentra Reino Unido con el 6,68 %[19], país que sigue conservando su puesto en el Consejo de Seguridad, con derecho al veto y miembro importante de la OTAN. En cuanto a su desempeño como parte de las Misiones de la ONU, destaca su participación en Somalia —70 efectivos de la Force Troop Command, 1st Division and Field Army— con el objetivo de derrocar al grupo terrorista somalí Al Shabaab y otros efectivos encargados de servicios médicos, la logística y labores de ingeniería. También unos 300 efectivos fueron desplegados en el conflicto en Sudán del Sur.[20]
v  Si bien la presencia militar británica en África es insignificante en comparación con los efectivos franceses y estadounidenses, su salida de la UE y la retirada de sus efectivos —civiles y militares— de las misiones de la UE, no significará en lo absoluto su repliegue del continente, puesto que se mantendrán como parte de las misiones de la ONU, a través de la OTAN en correlación con los EE. UU. o por los acuerdos bilaterales de defensa como el de Kenya.

Esfera de las relaciones bilaterales
Las relaciones económicas entre Reino Unido y ASS no son simétricas, es decir no se comportan de la misma manera por subregiones, por sectores y por países. En cuanto a los países que presentan una mayor dependencia al mercado británico se encuentran Ghana y Nigeria en el África occidental, Kenya en el África oriental y Sudáfrica en la zona meridional, quien es a su vez el principal socio comercial de la UE en el continente. La recesión económica en el Reino Unido también impacta a las economías nacionales más interdependientes. Zimbabwe es uno de los países con una situación económica bien difícil y que por su dependencia a Sudáfrica será doblemente afectado.
Ghana:
Las relaciones económicas entre ambos países son particularmente fuertes. En el marco de las negociaciones de los EPAs, Ghana tiene como límite el mes de octubre de 2016 para su firma. En el contexto del Brexit, se plantea que este país pueda renegociar un acuerdo más beneficioso con la UE y sobre todo uno de manera bilateral con Londres[21] que sea funcional a sus intereses.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Ghana, Hannah Tetteh declaró que las principales afectaciones estarían solo en el plano del comercio, pero que este impacto no sería inmediato debido a que todavía no ha concluido el proceso legal de salida de la UE y que el país comenzará negociaciones con Reino Unido para establecer un acuerdo comercial bilateral[22].
Nigeria:
La economía nigeriana, caracterizada por ser la principal productora-exportadora de petróleo del ASS, se ha visto profundamente afectada por la caída de los precios del petróleo y por la reducción de su producción diaria —de más de 2 millones de bpd a 1,4 millones de bpd— debido a las acciones de varios grupos armados en la zona del Delta del Níger. Esta conjugación de factores ha producido además la devaluación de la moneda nacional —el naira— y la reducción de los presupuestos estatales. A este panorama se le suma ahora todo el clima de incertidumbre en torno al Brexit y los impactos que tendrá sobre la economía del país. 
Los vínculos económicos entre Nigeria y Reino Unido son muy fuertes —condición determinada además por su pasado histórico colonial— siendo el segundo socio comercial de los británicos en África luego de Sudáfrica. Este país forma parte también de la British Commonwealth. El volumen comercial entre ambos países fue de 8,52 mil millones de dólares en 2015 y durante el mismo año, las inversiones británicas alcanzaron los 1,4 mil millones de dólares.
Los pronósticos indican una afectación significativa de alrededor de unos 25 mil millones de dólares en materia de inversión y comercio hacia el 2020[23]. Lo anterior estará también condicionado por una renegociación de los acuerdos comerciales.
Según el profesor Bola Akinterinwa, Director General del Nigeria Institute of International Affairs (NIIA), la principal afectación será en el plano económico, al tiempo que la salida británica pondrá en peligro el EPA firmado con la UE. De igual forma sostuvo que un debilitamiento de la economía europea, en sentido general, afectará la ayuda en donaciones procedentes de la UE debido a que Londres es uno de los principales partidarios de estos programas en África[24].


En cuanto al flujo del comercio, la inversión extranjera directa y la migración, las tendencias serían:
v  Se produce un descenso del comercio.
v  La reducción del PIB británico significará una contracción de sus inversiones en proyectos de desarrollo en Nigeria.
v  En materia migratoria se espera que se produzcan restricciones de visado procedentes de Nigeria en el marco de unas políticas migratorias más restrictivas[25].
El simbolismo de la aplicación del referéndum británico —un “ejemplo” de la democracia occidental que no es aplicable a otras regiones— constituye una inspiración para movimientos políticos-armados que buscan “separarse” de la autoridad central. Ya se han producido declaraciones del grupo Nigeria Delta Avenger (NDA, Vengadores del Delta del Níger) que buscan la secesión de la zona del Delta del Níger del gobierno federal nigeriano. Por supuesto las condiciones son muy distintas, y en este caso se está planteando la separación de una región dentro de un país, no la separación de un bloque integracionista. Las repercusiones políticas son bien diferentes. De todas maneras la influencia del Brexit y sus múltiples interpretaciones pueden beneficiar este tipo de demandas locales.
El grupo Indigenous People of Biafra (IPOB) de la región del sudeste nigeriano mayoritariamente igbo y que son portadores de los sentimientos “independentistas” de la región de Biafra[26] comenzó una campaña con el slogan “Biafrexit” en clara alusión al referéndum británico. El gobierno de Abuja se ha negado de manera radical a prestarle atención a estas declaraciones políticas, pero las tensiones en el área han ido escalando.
v  Aumentan las demandas secesionistas en la región de Biafra y, como resultado de la negativa gubernamental, las tensiones políticas entre los partidarios de la separación y las autoridades centrales, se agudizan. A este escenario también se suman las acciones militares de otros grupos del Delta del Níger.
El 20 de junio el Banco Central de Nigeria introdujo una política monetaria más “flexible” y aumentó la vinculación del naira (NGN) al dólar en el orden de NGN 197 por dólar[27] (17 de junio de 2016). Esta medida del gobierno nigeriano de “fortalecer” el naira frente al dólar ha sido consecuente con su postura contraria al FMI que buscaba una mayor devaluación. Esta política ha tratado de frenar el impacto doméstico de la crisis económica, pero se introdujo ahora un elemento adicional: la propia devaluación coyuntural que ha sufrido la libra esterlina.
A pesar de que el gobierno ha podido manejar la situación con una intervención oportuna en el mercado financiero, protegiendo la moneda nacional, la volatilidad del sector financiero internacional a raíz del Brexit no hace sostenible esta situación en favor del naira nigeriano. Tan fue así que previo al referéndum británico la libra esterlina estaba a NGN 281,49 y, tras los resultados, cayó a NGN 414,70. Lo mismo ocurrió con el dólar: de 197, se ha mantenido a una tasa de cambio entre 281 y 283[28] (junio - julio de 2016). Esto indica la fuerte devaluación que está sufriendo el naira.
v  Se producen mayores pérdidas en el monto de las reservas internacionales de divisas del Estado nigeriano, debilitando aun más su ya precaria situación financiera.
v  La política monetaria impulsada por el gobierno —fortalecimiento del naira— no garantiza mayores niveles de devaluación de su moneda nacional.
Sudáfrica:
Las relaciones comerciales entre Sudáfrica y la UE se fortalecieron a raíz de la firma entre ambos de un Acuerdo de Asociación Estratégica. Pero también en el marco de la SADC, los europeos firmaron el EPA regional. El acceso al mercado británico ha formado parte de todos los acuerdos firmados con Sudáfrica tanto el Trade and Development Cooperation Agreement como el de Asociación Económica entre los cinco Estados miembros de la Unión Aduanera del África Austral más Mozambique. Este acceso no será garantizado ya por el marco institucional de la UE.
Durante el 2015, Sudáfrica envió el 24 % de su producción manufacturera al Reino Unido, así como el 35 % de sus exportaciones agrícolas. Reino Unido compra el 10 % del vino exportado por Sudáfrica, el 10 % de los cítricos y el 21 % de las uvas. El volumen total de las exportaciones estuvo valorado en 14,2 mil millones de dólares. El sector turístico también se verá afectado, puesto que el 18 % de los turistas que visitan el país son de origen británico. 

Gráfico 2. Principales exportaciones de Sudáfrica hacia la UE[29].

En cuanto a las importaciones, por ejemplo, durante el 2015, el 80 % del whisky consumido en Sudáfrica provino de Reino Unido. Esto indica el nivel de vinculación que existe entre ambas economías. Por su parte el 45,6 % de las inversiones extranjeras directas que recibe Sudáfrica, proceden de este mismo país europeo.
Si Reino Unido se mantiene en el Espacio Económico Europeo o EFTA, Sudáfrica se beneficiaría el acuerdo existente entre la Unión Aduanera del África Austral y el EFTA. No es probable que Londres establezca nuevos acuerdos bilaterales en materia comercial[30].
v  Un aspecto positivo que se señala para Sudáfrica es el de la posible reducción de los subsidios agrícolas o la renegociación de un acuerdo de libre comercio con el Reino Unido[31].
Según la North West University, aun en el peor de los escenarios de una recesión en la economía británica de un 5 % y de una caída del 10 % de sus importaciones, la economía sudafricana caería solo en un 0,1 %. Dado los fuertes vínculos comerciales que existen entre ambos países, los impactos de este escenario deben ser más negativos que la proyección optimista realizada por dicha universidad.
La economía sudafricana, la más industrializada del continente, ya se encontraba en recesión antes de que se confirmara el britain’s exit, por lo tanto, esta situación agudizará aun más la crisis económica en el país. 
Sistema financiero: el sistema financiero sudafricano es el que ha sufrido las consecuencias más inmediatas debido al continuo declive de la moneda nacional —el rand—, el cual cayó en un 8 %. En junio de 2016 el rand había perdido el 21 % de su valor con respecto al dólar y era una de las monedas con peor desenvolvimiento luego de la libra esterlina. 
De todas maneras, el rand ha mostrado una tendencia oscilatoria no estática. Esto indica que coyunturalmente ha mejorado su desempeño y en otros contextos se ha devaluado, por ejemplo estuvo a R14,37 con respecto al dólar y luego cayó a R15,86 para luego recuperar una tasa de cambio a 14,89. En cuanto a la libra esterlina, esta se depreció en un 4 % con respecto al rand (1 GBP = 19,2714 ZAR, 4 de julio). De todas maneras la bursatilidad de la libra esterlina crea niveles de incertidumbre financiera.
Esto se explica por los fuertes vínculos financieros entre Johannesburgo y Londres[32], a través de la gran cantidad de empresas sudafricanas que están basadas en la city londinense. De acuerdo con un estudio de UniCredit, los bancos británicos afirman que las cuentas de entidades sudafricanas poseen el 178 % de las reservas internacionales de divisas del país y, por ende, las afectaciones que se producirán a las empresas sudafricanas radicadas en Londres[33] deben ser bien importantes.
Kenya:
Las relaciones diplomáticas entre Londres y Nairobi estuvieron marcadas por varias contradicciones debido a las críticas por parte de las potencias occidentales hacia el gobierno de Kenya por la supuesta “represión” política y el controvertido proceso judicial que se abrió contra el mandatario y el vicepresidente del país.
En cuanto a las relaciones económico-comerciales, hay que señalar que Gran Bretaña es el tercer mercado de exportación de Kenya y un aliado importante de este país del África oriental. El anuncio de la salida británica de la UE no tuvo un impacto inmediato sobre la estabilidad del mercado kenyano.
Uno de los productos principales de exportación hacia el mercado británico es el de las flores. La horticultura es un rubro importante de las exportaciones kenyanas. Un tercio de las importaciones de flores de la UE se originan en este país con destino hacia Holanda y Gran Bretaña. 
La principal inquietud ha girado en torno a que mientras dure el proceso de reinstitucionalización entre la UE y Gran Bretaña, existan atrasos en la implementación del EPA con la EAC y que este sea dilatado. Esta preocupación ha sido expresada por la Kenya Flowers Association debido a que pudiera causar graves pérdidas a la industria floral kenyana, con estimaciones de casi 38 millones de dólares por mes.[34]
Existe en el país una fuerte presencia de británicos, ya sea como residentes o turistas, y el país recibe una importante cantidad de inversiones británicas hacia el sector de la agricultura en el área del tabaco y el café, así como los destinados hacia la industria del petróleo y el gas.
De igual manera, el sector financiero de la subregión tiene un centro importante en este país. Por estas razones las turbulencias financieras generadas en Londres, luego del anuncio del fracaso del Bremain, generaron serias dudas en Nairobi, donde la moneda nacional —el shilling— se devaluaba[35]. El presidente del Banco Central de Kenya, Patrick Njoroge declaraba que habría afectaciones y que no estarían en posición de maniobrar para quedar en una mejor situación[36]. La devaluación de la moneda provoca que las importaciones del país sean más caras y, por ende, aumente el precio de los productos a consumir. Si se agudiza la crisis económica en Gran Bretaña y por ende disminuye la demanda, esta situación a lo interno de Kenya se mantendrá.
A modo de conclusión, el actual panorama político que se vive en la Unión Europea, a raíz de la confirmación del abandono por parte de Gran Bretaña del bloque integracionista, introduce necesariamente nuevos escenarios donde el nivel de incertidumbre es alto. Esto pasa incluso por el propio cuestionamiento del proceso de integración en Europa, la posibilidad de que nuevos Estados convoquen el artículo 50 del Tratado de Lisboa, las nuevas dinámicas económicas-financieras y su impacto en la economía mundial, y el marco legislativo en el cual se establecerán las relaciones entre la UE y Gran Bretaña.
La necesaria definición de todos estos aspectos es imprescindible para los países africanos, que al margen del proceso, su nivel de interdependencia con Europa los marca de manera directa. La redefinición de las relaciones UE-Gran Bretaña implicará obligatoriamente un cambio en su proyección de política exterior hacia el ASS, sobre todo por el retomado antagonismo británico-europeo por áreas de influencia. Un eminente repliegue británico será aprovechado en lo fundamental por Francia fortaleciendo sus posiciones tanto políticas como económicas en ASS.
Si bien se agudizarán estas contradicciones —principalmente entre ingleses y franceses, por cierto nada nuevas— habrá esferas de coordinación, por ejemplo en el plano militar por cuestiones de seguridad y defensa. En la dimensión económica el principal dilema está centrado en los acuerdos de libre comercio y cómo se insertarán los británicos en una legislación comercial controlada por los europeos.
Cualquier salida que tenga la actual crisis institucional en la UE, Gran Bretaña seguirá teniendo el poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, será un contribuyente clave dentro de la OTAN y un aliado importante de Estados Unidos. Estas premisas serán determinantes en cualquier decisión de la política exterior británica hacia el ASS. 



[1] Intervención del Dr. Eduardo Perera en el taller “Implicaciones internacionales y regionales del Brexit” celebrado en el CIPI el 12 de julio de 2016.
[2] Africa faces up to Brexit voteDisponible en: http://www.dw.com/en/africa-faces-up-to-brexit-vote/a00
[3] BREXIT aftermath: How it affects Nigeria26 de junio de 2016. Disponible en: http://sunnewsonline.com/brexit-aftermath-how-it-affects-nigeria/
[4] Existe una amplia diversidad de actores extracontinentales con intereses en el continente: los tradicionales como Estados Unidos, China y Japón – la situación de Francia será más ampliada -, así como los nuevos o “emergentes” como India, Brasil, Turquía, Israel y Rusia.
[5] Los británicos se oponía a las políticas de subsidios agrícolas de la UE (Política Agraria Común, PAC) debido a que ellos no eran un país agrícola y por ende no tenían por qué sufragar dichos gastos. 
[6] Fernando Montoya Cerio. El Brexit, ficción o realidad: impacto sobre la PCSD de la UE. Instituto Español de Estudios Estratégicos, 64bis/2016, 24 de junio de 2016. p. 3. Disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2016/DIEEEO64bis-2016_Brexit_MontoyaCerio.pdf
[7] Le Brexit: Quelles conséquences pour l’Afrique? Disponible en: http://www.brookings.edu/blogs/africa-in-focus/posts/2016/06/23-le-brexit-consequences-pour-lafrique-sy-sow
[8] British Army. The British Army in Africa. Disponible en: http://www.army.mod.uk/operations-deployments/22724.aspx 
[9] Elaboración propia según datos ofrecidos por Fernando Montoya Cerio. Ob. cit., p. 12 y 13.
[10] Fernando Montoya Cerio. Ob. cit., p. 17
[11] Mogherini pide a los países de la UE más cooperación en defensa en una nueva estrategia global de seguridad. BRUSELAS, EUROPA PRESS, 28 de junio de 2016. Disponible en: https://es.noticias.yahoo.com/mogherini-pide-pa%C33n-defensa-estrategia-global-151502808.html
[12] Dinamarca no contribuye a los gastos de defensa. Tabla: Elaboración propia según datos ofrecidos por Fernando Montoya Cerio. Ob. cit., p. 16 y 17.
[13] Daniel Keohane. European Defense and Brexit: A Tale of Three Cities. 1ro de marzo de 2016. Disponible en: http://carnegieeurope.eu/strategiceurope/?fa=62922
[14] Idem.
[15] Catherine Gegout. Brexit would be death knell for British influence in the worldMay 18, 2016. Disponible en: http://theconversation.com/brexit-would-be-death-knell-for-british-influence-in-the-world-58890
[16] A principios de 2016, la UE anunciaba que disminuiría el 20% del presupuesto asignado a la Misión de la UA en Somalia (AMISOM).
[17] Richard G. Whitman. Brexit or Bremain: what future for the UK’s European diplomatic strategy? p. 527-528. Disponible en: http://ukandeu.ac.uk/wp-content/uploads/2016/05/International-Affairs-Brexit-or-Bremain.pdf 
[18] Íbidem, p. 528.
[19] El primer lugar lo tiene Estados Unidos (28.38%), le sigue Japón (10.83%), luego Francia (7.22%) y Alemania (7.14%). Después de Gran Bretaña está, en el sexto lugar China (6.64%), luego Italia (4.45%), Rusia (3.15%), Canadá (2.98%) y por último España (2.97%). Ver: Financing Peacekeeping. Disponible en: http://www.un.org/en/peacekeeping/operations/financing.shtml
[20] British Army team in Somalia on UN peacekeeping duties2 de mayo de 2016. Disponible en: http://www.bbc.com/news/uk-36183932 y Ben Riley-Smith. David Cameron: UK troops to go to Africa to help counter extremists. New York, 27 de septiembre de 2015. Disponible en: http://www.telegraph.co.uk/news/11895048/David-Cameron-UK-troops-to-go-to-Africa-to-help-counter-extremists.html
[21] After Brexit EU Ambassador aims to allay Ghanaian fears28 de junio de 2016. Disponible en: http://pulse.com.gh/business/after-brexit-eu-ambassador-aims-to-allay-ghanaian-fears-id5202211.html
[22] Ismail AkweiBuhari shocked by Cameron's resignation as Africa assesses Brexit impact24 de junio de 2016. Disponible en: http://www.africanews.com/2016/06/24/buhari-shocked-by-cameron-s-resignation-as-africa-asseses-brexit-impact/
[23] Brexit may affect $25bn UK investment target in Nigeria. EXX Africa Report. Disponible en: https://www.today.ng/news/national/145432/brexit-affect-25b-investment-target-nigeria-report
[24] BREXIT aftermath: How it affects Nigeria26 de junio de 2016. Disponible en: http://sunnewsonline.com/brexit-aftermath-how-it-affects-nigeria/
[25] Jerrywright Ukwu. 7 potential impact of Brexit on NigeriaDisponible en: https://www.naij.com/870440-top-7-effects-of-uks-eu-exit-on-nigerian-visa-applicants-and-investment.html
[26] Entre 1967 y 1970 se produjo, la primera guerra civil en Nigeria conocida como guerra de Biafra a raíz de la declaración unilateral de independencia de los biafreños. A pesar de su derrota este sentimiento separatista no ha sido eliminado.
[27] El naira (NGN) está dividida en 100 kobos. (1 € = 220 NGN, aprox. Septiembre 2015). Desde junio de 2015 se han adoptado un número de medidas para detener la devaluación de la moneda. 
[28] Central Bank of Nigeria. Nigerian Naira Exchange Rate. Disponible en: http://www.cenbank.org/rates/ExchRateByCurrency.asp
[29] Asmita Parshotam, Cyril Prinsloo y Elizabeth Sidiropoulos. Would a Brexit matter for South Africa? Disponible en: http://www.saiia.org.za/opinion-analysis/does-a-brexit-matter-for-south-africa
[30] Dewald van Rensburg. How Brexit may affect SA economy26 de junio de 2016. Disponible en: http://city-press.news24.com/Business/how-brexit-may-affect-sa-economy-20160626
[31] Five ways Brexit can impact South AfricaNews24Wire, June 29, 2016. Disponible en: http://businesstech.co.za/news/finance/128544/five-ways-brexit-can-impact-south-africa/
[32] Brexit and its impact on Nigeria, Kenya South AfricaDisponible en: http://thenationonlineng.net/brexit-impact-nigeria-kenya-south-africa/

[33] Lily Kuo y Yomi Kazeem. Brexit will be terrible for Africa’s largest economiesQuartz Africa, June 24, 2016. Disponible en: http://qz.com/715710/brexit-could-be-terrible-for-africas-largest-economies/
[34] Brexit and its impact on Nigeria, Kenya South AfricaDisponible en: http://thenationonlineng.net/brexit-impact-nigeria-kenya-south-africa/
[35] Desde mediados de 2011 el shilling se ha devaluado. En esta fecha su tasa de cambio con respecto al dólar subió de 83 shillings por dólar a 100 y en septiembre de 2015 subió a 105.
[36] Lily Kuo y Yomi Kazeem. Brexit will be terrible for Africa’s largest economiesQuartz Africa, June 24, 2016. Disponible en: http://qz.com/715710/brexit-could-be-terrible-for-africas-largest-economies/

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