viernes, 19 de diciembre de 2025

"Declaración de Ruben Um Nyobé a la prensa francesa" (noviembre de 1956), traducción de Mila Kobryn (UNR)

Texto original en francés tomado de:  Um Nyobé, R. (1984). Le problème national kamerunais. (J.A. Mbembe, Ed.). París: L'Harmattan. (1)



"Tanto la Carta de las Naciones Unidas como el Acuerdo de Tutelaje sobre Camerún (Acuerdo de Fideicomiso, 1946) estipulan que el objetivo del régimen internacional de tutelaje que se nos aplica es el acceso del país a la autonomía o la independencia de conformidad a “las aspiraciones expresadas libremente por los pueblos”.

Durante seis años, la Unión de los Pueblos de Camerún (UPC) ha señalado la cuestión del restablecimiento de las fronteras del país anteriores a 1914 y la adhesión del Camerún unificado a la Independencia. Desde el principio, esta aspiración naturalmente ha sido combatida por los dos poderes administrativos (Francia y Gran Bretaña), cuya política, en primer lugar, tuvo como objetivo integrar la parte oriental de Camerún al imperio colonial francés y en segundo término incluir la parte occidental en la Federación de Nigeria.

A pesar de la represión y la corrupción, la UPC se organizó, se afirmó y se impuso como el único movimiento nacional digno de ese nombre en todo Camerún. Es entonces que el gobierno francés, después del fracaso de las tentativas de sofocar el problema camerunés frente a las Naciones Unidas, resolvió liquidar el nacionalismo camerunés por la fuerza, fomentando y dirigiendo las masacres de mayo de 1955 y prohibiendo arbitrariamente los tres movimientos populares: la UPC, la Unión Democrática de las Mujeres de Camerún (UDEFEC) y la Juventud Democrática de Camerún (JDC).

Sin embargo, ya el 8 de julio de 1955, es decir, cinco días antes de que se firmara el decreto que prohibía los tres movimientos ya mencionados, el Gobernador de las Colonias Roland Pré, quien condujo el sangriento episodio de mayo, reconoció frente a la prensa francesa que Camerún sufría un vacío político tras la liquidación de la UPC, de la CGT y de los otros movimientos que se opusieron a la integración del país en la Unión francesa.

En noviembre, un enviado de la administración, en este caso el comerciante André Bleyon, se presentó ante un grupo de militantes de nuestro movimiento, que habían pasado al Camerún occidental tras los acontecimientos de mayo. Bleyon reveló que el delegado del Alto Comisariado de Douala, Guidon Lavallée, reconocía que los representantes de la UPC eran los únicos interlocutores válidos y preguntó bajo qué condiciones podría entablarse un diálogo que resultaba inevitable.

El encuentro planteado por Bleyon no tuvo lugar. Pero en abril de 1956, recibí una carta de un misionero americano instalado en Camerún -asignado en nombre del director ausente de su confesión - como enviado especial del gobierno para examinar la posibilidad de entablar conversaciones. Me limitaré a decir que acepté un principio de diálogo, pero bajo dos condiciones:

- El diálogo debía entablarse con la UPC y no con Um Nyobe en tanto individuo

-Las discusiones debían establecerse bajo la base del manifiesto de la Oficina del Comité Directivo de la UPC el 12 de abril y del mensaje del mismo organismo (Oficina Directiva de la UPC, 28 de diciembre de 1955).

Mis propuestas no han tenido ningún seguimiento. Pero es importante recordar que ambas situaciones se llevaron a cabo después de la disolución de los movimientos nacionales cameruneses, lo que implica el reconocimiento implícito de nuestra existencia legal.

Si hasta ahora no se pudo encontrar ninguna solución al grave problema camerunés, es porque el gobierno de Paris, presidido por el secretario general del partido socialista francés Guy Mollet, ha querido obtener mediante la intriga aquello que el gobierno de Edgar Faure quería obtener mediante la violencia en 1955. Se concibió esta desafortunada idea que consiste en crear “interlocutores válidos” en los pasillos de la calle Oudinot para imponérselos al pueblo camerunés contra su voluntad, con el fin de aplicar a toda costa la Ley Marco (Loi-Cadre), a pesar de las aspiraciones claramente expresadas en favor de la Unificación y la Independencia inmediatas.

Sin embargo, los representantes de la calle Oudinot, a pesar de las instrucciones de Defferre que abogaba por un aumento de la represión y de las "oposiciones africanas", deben comprender que el objetivo integracionista ha fracasado miserablemente y que el honor de Francia reside en la negociación por el reconocimiento de la Independencia.

En efecto, no sólo los tres movimientos supuestamente disueltos han experimentado un auge formidable en la clandestinidad, sino que se ha formado un gran movimiento de masas en el país bajo el nombre de "Corriente de Unión Nacional" (Courant d'Union Nationale), al que adhieren todas las capas del país, incluida la mayoría de los jefes tradicionales, entre quienes la administración esperaba encontrar el apoyo definitivo.

Hoy mientras el gobierno francés se prepara para las elecciones de la Asamblea Territorial, todas las corrientes nacionalistas del país se han pronunciado por la abstención total en caso de que las elecciones no estén precedidas por una amnistía total y completa y por el restablecimiento de las libertades democráticas, en particular la derogación del decreto del 13 de julio de 1955 que implicó la disolución de los tres movimientos populares más importantes del país. En lugar de ver las cosas de manera positiva, el gobierno aumenta el tamaño de las fuerzas represivas como un medio de presión contra los cameruneses. Pero ese intento está condenado al fracaso como todas las medidas que le precedieron y que tenían el mismo objetivo.

Aún no es demasiado tarde, pero nuestra paciencia se está agotando. La opinión francesa no debe esperar que pase lo peor para intervenir. Es ahora cuando hay que actuar, y rápido, para salvar la amistad franco-camerunés. Francia debe comprender que la intransigencia de su gobierno en Indochina y en África del Norte dañó la influencia francesa. ¿Quieren que suceda lo mismo en Camerún? Nos negamos a creerlo, porque consideramos que existen personas sensatas en los círculos dirigentes franceses.

Es gracias a la confianza de nuestro pueblo que estamos lanzando nuestro último grito de ayuda por un arreglo pacífico del problema camerunés, dado que las soluciones impuestas por la fuerza o la corrupción jamás contribuirán a un acuerdo pacífico de un problema como al que nos enfrenta hoy la concepción anticuada del colonialismo."

                                                                           Maquis, 21 de noviembre 1956.


Notas

(1) "Ruben Um Nyobè (1913 - 1958) fue un líder anticolonialista camerunés y fundador del partido Unión de los Pueblos del Camerún (UPC), quien además abogaba por la independencia del país del yugo de la colonización francesa y la unificación del resto de regiones gobernadas por colonos franceses e ingleses.

Nacido en la aldea Song Mpeck, Um Nyobè, apodado en lengua bassa “Mpodol Ion” (“el portavoz de la nación”), demuestra un interés por la política y el derecho desde temprana edad. Tras finalizar sus estudios universitarios en Edéa, comienza una carrera profesional en la secretaría del tribunal de la ciudad y posteriormente, en la década de 1930, se enrola en la organización francesa antifascista Jeunesse camerounaise Française para contrarrestar la propagación de propaganda nazi. Posteriormente, en los años cuarenta y tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, Um Nyobé se ve también involucrado con el Cercle d'études Marxistes en la capital del país, Yaoundé. Este grupo, fundado por Gaston Donnat, tiene como propósito luchar contra los efectos del colonialismo, el racismo y los estragos de la ocupación alemana en Camerún.

En 1945, Um Nyobè se une al sindicato marxista Confédération générale du travail (CGT), quienes posteriormente le brindan su apoyo a la hora de formar parte del Union des syndicats confédérés du Cameroun. Ese mismo año es testigo de la masacre cometida contra los participantes en una manifestación en Duala, donde la represión con armas por parte de los colonos resulta en la muerte de varios manifestantes. Este evento, sumado al trabajo y la creación de diversos sindicatos alrededor del país, despiertan en el pueblo camerunés un sentimiento de patriotismo y anticolonialismo del que Um Nyobè toma la delantera.

Con ello, en 1948 y junto al apoyo de sus compatriotas, Um Nyobè funda el partido Unión de los Pueblos del Camerún y es elegido líder de este. El UPC se opone a la discriminación de la mujer y el regionalismo promovido por las tribus, a la vez que defiende una lucha pacifista. En 1952 participa en un congreso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, donde denuncia la discriminación y la negligencia administrativa de las autoridades francesas en Camerún y aboga por la unificación del país. El UPC y sus militantes serán perseguidos en años posteriores por la oposición católica y colonialista y sus actividades baneadas.

Um Nyobè retoma su labor política de forma clandestina hasta que es localizado y asesinado por las tropas francesas en 1958 en Boumnyebel, Nyong-et-Kéllé, cerca de su poblado natal. Su puesto es relevado por Félix-Roland Moumié y se prohíbe cualquier mención a su nombre hasta la década de 1990. En 2007 se erige un monumento en su honor en Eséka, Nyong-et-Kéllé.

Reseña de LiterAfricas sobre la obras Los maquis, inspirada en Nyobé: En 2019 el cantante camerunés Blick Bassy dedicó su álbum musical “1958” al líder de la lucha anticolonial de su país Ruben Um Nyobé, asesinado por las fuerzas francesas ese año, en claro homenaje a un hombre que abogó por realizar una oposición no violenta, y que fue una figura silenciada durante décadas - hasta los años 90-en su propio país y por extensión en occidente.

Antes, las letras ya habían decidido colocar a este hombre, que pidió ante Naciones Unidas la independencia de Camerún y que abogó por su reunificación, en el lugar que le correspondía. Mongo Beti en 1974 escribió el clásico "Remenber Ruben" y Hemley Boum publicó "Los maquis" que vio la luz en 2015 y que ahora se ha traducido al castellano en la Colección de Literatura Casa África (Baile del Sol, 2022).

Pero "Los maquis" además de un ejercicio de reconstrucción de un protagonista de la Historia real que ha pasado totalmente desapercibido, con un gran trabajo documental detrás, es sobre todo un magnífico empeño en mostrar a las mujeres y los hombres que le acompañaron en su lucha por la libertad, tantas historias olvidadas, y el precio que pagaron por ello.

La selva, intrincada y caótica, es el cobijo de su resistencia en la que se mueven aireando sus pasiones, su rebeldía y sus odios. Una narración dolorosa, elogiada por la experta en literaturas africanas Lilyan Kesteloot, que une el drama histórico con el drama personal para arrojar un resultado que, a imagen de las tragedias griegas, nos muestra la dignidad y el arrojo de todos aquellos que luchan por lo que creen justo, ante un oponente depredador y criminal, y que anteponen el bien colectivo al suyo personal. Y, también, lo inexorable de las dinámicas en las que se mueve el mundo que acaba por desterrar siempre a aquellos que ejemplifican lo mejor del ser humano.

Al final de su lectura, quizás, podamos decir en lengua bassa “Mé nok a”, he comprendido. =======================

'Los maquis' (Les maquisards, 2015) de Hemley Boum. Ed. Casa África y Baile del Sol, 2022. Trad. Pilar Altinier.". 

Referencia tomada de Casa África, en https://www.casafrica.es/es/persona/ruben-um-nyobe-0. (Nota del editor)






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Texto original en francés tomado de:  Um Nyobé, R. (1984). Le problème national kamerunais. (J.A. Mbembe, Ed.). París: L'Harmattan.  (1)...